INSTRUCCIONES PARA SALIR DE CASA

Por: Jennifer Chavarro

Un día en la vida de una mujer es un día como el de cualquier otra persona. Despierta, porque todas despiertan, excepto las que ya no pueden. Se pone de pie. Toma una ducha, cortita, cortita, porque se hace tarde. Se mira al espejo al salir. Cuando se mira recuerda cosas, recuerda como todos. Recuerda,  por ejemplo, que su tío le dijo que subió de peso y ya no le queda bien la ropa, que le salieron vellos y no se los quitó, que se le cayeron los senos, que se le marcan las estrías, que tiene el cabello feo, que por eso está soltera y no tiene hijos, que ya se le pasó el tren. Se le hace tarde. Se viste como todos, y mientras se viste piensa en si es mejor el pantalón o la falda. Se preocupa por su imagen como todos. Se preocupa también por si la falda es muy corta porque además de que se le ven los vellos, se le ven las piernas y las piernas caminan, las piernas se muestran por la calle y la gente las mira, los hombres las miran, las quieren tocar. Entonces mejor se pone el pantalón. Desayuna como todos. Desayuna, mira las calorías y se obsesiona con el azúcar, porque ya antes recordó que estaba gorda y que eso no gusta, que eso no vende, que no vende porque no muestra y que no muestra porque se puso el pantalón en vez de la falda. No termina su desayuno altamente calórico y azucarado, hay que cuidar la figura. Se va al trabajo. Trabaja como todos, porque hay que trabajar para comer. Trabaja mientras su compañero le hace chistes y como no se ríe le dice malcogida. Gana un sueldo como todos los que trabajan. Aunque trabaja en lo mismo que su compañero que le dice malcogida gana menos, y como gana menos pide un aumento, como todos lo que quieren ganar más. Pide un aumento y su jefe le dice que claro pero que le haga un favor, que cierre la puerta y se quite el pantalón. Se pregunta si su compañero hizo lo mismo, si también se quitó el pantalón porque las mujeres son como cualquier otra persona, cómo no. No le hace el favor. No le hace el favor porque no siempre las personas hacen los favores, entonces se queda desempleada. A esos jefes no les gusta que les digan que no. Queda desempleada como todos alguna vez quedan desempleados.

Camina por la calle, como aquellos quienes pueden caminar. Un hombre la mira, dos hombres, tres hombres, aunque lleva pantalón, aunque subió de peso, aunque se le pasó el tren. Hombres la miran y la persiguen. Corre como todos cuando sienten miedo. Corre pero es alcanzada.

Desaparece.

Es buscada como todos los que se pierden, pero no la encuentran.

Aparece en los noticiero y en las bocas de la gente. Y las bocas dicen que se lo buscó, que por algo sería, que seguro no tenía trabajo y buscaba males en la calle.

La  encuentran, como encuentran a quienes están perdidos. La encuentran tirada en la calle sin pantalón y sin vida. Aunque hacía lo que todos hacen a diario.

Un día en la vida de una mujer es un día como el de cualquier otra persona. Despierta, porque todas despiertan, excepto las que ya no pueden.